PERFIL DE NIÑO TIRANO
Hoy en día, se oye hablar mucho del síndrome del emperador o niños a los que se les denomina “pequeños tiranos”. Se trata de un problema de total actualidad y que genera mucha preocupación entre las familias. En consecuencia, muchas de las consultas al departamento de psicología de ERAIKI, vienen dirigidas hacia este tema.
El perfil de un niño tirano se inicia a corta edad. No podemos confundirlo con un niño caprichoso, o egocéntrico, características normales cuando los niños tienen 6 o 7 años. En el caso de los niños tiranos son niños que desde temprana edad disfrutan consiguiendo lo que ellos se proponen, aunque para lograrlo tengan que pasar por encima de los objetivos, expectativas o deseos de sus padres / madres de forma continuada.
Javier Urra, psicólogo de referencia en este tema, habla en su libro “El Pequeño Dictador” de un principio básico que rige a estos niños: “Primero yo y, luego yo”. Son niños que pueden ponerse absolutamente histéricos para conseguir sus objetivos, por pequeños que sean. Este comportamiento degenera a peor en poco tiempo y además tiene un mal pronóstico.
Es importante además, tener en cuenta que no se nace “dictador”, pero existen múltiples causas que pueden condicionar que el desarrollo de los niños sea así:
• La primera de estas causas es la sociedad del consumismo. Vivimos en una sociedad en la que prevalece el pensamiento de: ”Quiero una cosa y la quiero ya”. Esto no permite que los niños puedan desarrollar de una forma correcta su nivel de frustración.
• Por otro lado, y también dentro de las causas, podemos hablar de pautas educativas incorrectas. En estos momentos nos encontramos cada vez más con que en las familias, no se ponen normas a los hijos, ni se les asignan responsabilidades (Si le digo eso a mi hijo o le mando hacer lo otro, le puedo traumatizar!). Si la filosofía con la que educamos a nuestros hijos se basa en que: “no le pongo normas, le doy premios sin merecerlos, le doy todo lo que le antoja… sin generar la ideología de que hay que ganarse las cosas”, estamos generando el caldo de cultivo ideal para que en el seno de nuestra familia crezca un “tirano”.
La percepción con la que crecen estos niños es la de que ellos se merecen todo, pero debemos tener en cuenta que la vida real no funciona así. De esta forma, al crecer sin responsabilidades y sin normas, estamos desarrollando una educación que les va a inhabilitar en gran medida para la vida en sociedad. Cuando estos niños lleguen a la adolescencia la probabilidad de que se metan en problemas serios es más alta, ya que en su interior creen que ellos son los que tienen la razón en todo y que están por encima del bien y del mal.