ADICCIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS (1º PARTE)
Según la RAE una adicción es la dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico. Cuando hay una adicción, sea del tipo que sea, se producen una serie de cambios biológicos, psicológicos y sociales que determinan en gran medida las pautas futuras de respuesta de cada persona.
Por primera vez, los niños son nativos digitales y la tecnología digital se ha convertido en una necesidad para todos. Los niños la utilizan no solo como entretenimiento y diversión, sino también como comunicación y fuente de información. Se emplean a diario en los colegios y las tareas escolares, formando parte de su vida desde edades muy tempranas y además, debemos tener claro que han llegado para quedarse.
La adicción a las nuevas tecnologías se caracteriza por un consumo abusivo del ordenador, Internet, móvil, videojuegos y redes sociales. Las redes sociales son uno de los espacios más utilizados por los jóvenes y adolescentes en la red y en el que son más vulnerables. Las adicciones pueden afectar a todas las edades, pero suelen darse principalmente en los jóvenes y adolescentes.
Según sea la participación, podemos hablar de dos clases de adicción: la pasiva, que es la que aísla ya que la persona tiende a posponer o abandonarlos con los contactos sociales. Por el contrario, la dicción activa es la más grave ya que produce además del aislamiento social problemas de autoestima problemas de rendimiento académico y otras afecciones al equilibrio psicológico.
Cuando existe una adicción a las nuevas tecnologías se puede apreciar un comportamiento diferente en el entorno. De esta forma, puede cambiar la actitud en casa cuando se le pide que reduzca su uso, no coopera en actividades familiares, etc.
En el ámbito escolar, se observa un bajo rendimiento académico y esté hecho redunda muchas ocasiones en conflictos familiares y en problemas de autoestima. De hecho, hay estudios que dejan patente que la hiperconexión a la que están sometidos influye clara y negativamente en su nivel de concentración y por ende, en la calidad de sus trabajos, que se reciente notablemente.
Asimismo, se observa una afectación en la regulación fisiológica de la comida y el sueño. Ambos elementos se desequilibran, por ejemplo, se saltan comidas y dejar de dormir por estar "enganchados” a su actividad. A nivel psicológico cuando se les priva de su comportamiento adictivo se sienten vacíos, con un estado depresivo o incluso irritados.
Como padres es nuestra labor prevenir esta dependencia y en los siguientes blogs iremos dando pistas de actuaciones sencillas que podemos llevar adelante.